domingo, 23 de diciembre de 2007

Benedicto XVI invita a anunciar a todo el mundo la alegría de la Navidad

Exhorta a los creyentes a «anunciar a todos la presencia de Dios en medio de nosotros»
CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 23 diciembre 2007 (ZENIT.org).
- Benedicto XVI invitó este domingo a todos los creyentes a anunciar al mundo la alegría de la Navidad, el amor de Dios hecho hombre. En esto consiste la misión evangelizadora de la Iglesia, aclaró a los miles de peregrinos congregados en la plaza de San Pedro para participar en la oración mariana del Ángelus. «Mañana por la noche nos reuniremos para celebrar el gran misterio del amor que nunca termina de sorprendernos. Dios se hizo hijo del hombre para que nos convirtiéramos en hijos de Dios», comenzó constatando. «La misión evangelizadora de la Iglesia --indicó-- es la respuesta al grito "ven, Señor Jesús", que atraviesa toda la historia de la salvación y que sigue alzándose de los labios de los creyentes. "Ven, Señor, a transformar nuestros corazones para que en el mundo se difundan la justicia y la paz"». El pontífice aclaró que éste es motivo que ha llevado a la Congregación vaticana para la Doctrina de la Fe a publicar, en días pasados, la Nota doctrinal acerca de algunos aspectos de la evangelización. «El documento quiere recordar a todos los cristianos, en una situación en la que con frecuencia ya no les queda claro ni siquiera a muchos fieles la razón misma de la evangelización, que la acogida de la Buena Nueva en la fe lleva de por sí a comunicar la salvación recibida como un don», reconoció. «La verdad que salva la vida, que se hizo carne en Jesús, enciende el corazón de quien la recibe con un amor al prójimo que mueve la libertad para devolver lo que se ha recibido gratuitamente». La venida de Dios, «que se hace como uno de nosotros en Navidad, es un don inestimable, un don capaz de hacernos vivir el abrazo universal de los amigos de Dios, en esa red de amistad con Cristo que une el cielo y la tierra, que orienta la libertad humana hacia su cumplimiento y que, si es vivida en su verdad, florece con un amor gratuito y lleno de atención por el bien de todos los hombres». «No hay nada más hermoso, urgente e importante que volver a dar gratuitamente a los hombres lo que hemos recibido gratuitamente de Dios», reconoció el Papa. «No hay nada que nos pueda eximir o dispensar de este exigente y fascinante compromiso. La alegría de la Navidad que ya experimentamos, al llenarnos de esperanza, nos empuja al mismo tiempo a anunciar a todos la presencia de Dios en medio de nosotros», concluyó. Benedicto XVI presidirá en la Nochebuena la misa de Navidad y, a mediodía del 25 de diciembre impartirá la bendición «Urbi et Orbi» y felicitará al mundo por la venida de Jesús.

lunes, 3 de diciembre de 2007

El Papa denunció relativismo moral en la ONU

CIUDAD DEL VATICANO, 1 (ANSA)
- El papa Benedicto XVI, al recibir hoy en el Vaticano a las ONG católicas más importantes e influyentes del mundo, denunció la lógica del ''relativismo moral'' que marca a menudo el debate en la ONU y a los demás organismos internacionales.Hay un rechazo -dijo- a reconocer el centralismo de ''la ley moral natural'' y de la defensa de la ''dignidad del hombre''.''Las reglas internacionales -se lamentó- se basan sólo sobre una razón política y no ética, y ello lleva a amargos resultados'', como el de considerar los derechos humanos sobre la base de estilos de vida egoístas.Por este motivo, afirmó el Papa, es necesario luchar para que los principios éticos no sean ''negociables, ni en el Palacio de Cristal de Nueva York, ni en ningún otro sitio''.Joseph Ratzinger hizo estas afirmaciones en la Sala Clementina del Vaticano ante un centenar de representantes de Organizaciones No Gubernamentales de inspiración católica (todas acreditadas ante la ONU y otros organismos internacionales), convocados por el secretario de Estado, cardenal Tarcisio Bertone, para una cumbre de tres días.Un encuentro que tenía el objetivo declarado de crear una red internacional de coordinación y presión católica (un lobby, se diría en el mundo anglosajón) a fin de sostener, en la ONU y otros organismos mundiales, la política internacional del Vaticano en defensa de la vida y de los derechos humanos.''Es necesario un espíritu de solidaridad que conduzca a promover unidos aquellos principios éticos no negociables por su naturaleza y por su rol de fundamento en la vida social'', explicó Benedicto XVI.El Papa agradeció a las ONG la contribución que puedan ofrecer, ''en estrecha colaboración con la Santa Sede, a la solución de las numerosas problemáticas y desafíos que afronta la múltiple actividad de las Naciones Unidas y de las demás organizaciones internacionales y regionales''.Pese a alabar los progresos hechos en materia de derechos humanos por la comunidad mundial, el Papa observó que ''las discusiones internacionales parecen marcadas, a menudo, por una lógica relativista que parece retener, como única garantía de una convivencia pacífica entre los pueblos, el negar ciudadanía a la verdad sobre el hombre y sobre su dignidad, así como a la posibilidad de un actuar ético fundado en el reconocimiento de la ley moral natural''.''De este modo se impone, de hecho, una concepción del derecho y de la política, cuyo consenso entre los Estados, obtenido a veces en función de intereses a corto plazo o manipulado por presiones ideológicas, resultaría ser la única y última fuente de las normas internacionales'', agregó.''Los amargos frutos de esta lógica relativista en la vida internacional son desgraciadamente evidentes: se piense, por ejemplo, en el intento de considerar como derechos humanos las consecuencias de ciertos estilos egoístas de vida'', dijo.''O bien el desinterés por las necesidades económicas y sociales de los pueblos más débiles; o el desprecio por el derecho humanitario, y una defensa selectiva de los derechos humanos'', agregó.En la reunión de las ONG en el Vaticano -que se abrió ayer y se cierra mañana- participan, además del cardenal Bertone, el secretario para las Relaciones con los Estados, monseñor Dominique Mamberti, el subsecretario para las Relaciones con los Estados, monseñor Pietro Parolin, y el Observador Permanente ante las Naciones Unidas, monseñor Celestino Milgliore.Entre las ONG representadas figuran Caritas Internationalis, New Humanity, Umofc/Unión mundial de las organizaciones femeninas catóilicas, Imcs-Pax Romana/Movimiento internacional de los intelectuales y los estudiantes católicos.

sábado, 3 de noviembre de 2007

El Papa denuncia "amenazas" a la familia

El papa Benedicto XVI denunció hoy las "muchas amenazas" que atacan "desde fuera y desde dentro" a la institución de la familia católica, al recibir en el Vaticano a una delegación de la asociación Familias Nuevas, del Movimiento de los Focolares."La Iglesia está siempre cerca de la familia y la sostiene, aún más ahora, debido a las tantas amenazas que la atacan desde fuera y desde dentro", dijo el Papa.Entre estas "amenazas", el Papa habló de la "incertidumbre de los novios ante decisiones definitivas en el futuro, la crisis de pareja, el divorcio", así como de las que llamo "uniones irregulares".También denunció "las condiciones de las viudas, de la familias en dificultad, y la acogida de menores con problemas".Y ante ello, el Pontífice señaló la exigencia de "estrategias pastorales que ayuden a los múltiples desafíos que la familia contemporánea tiene que afrontar".A las 200 parejas del Movimiento de los Focolares que recibió hoy, el Papa les invitó a "modelar" la vida familiar bajo el ejemplo de la "Familia de Nazaret, icono de amor".
Además, les instó a "un empeño de evangelización silencioso y profundo", que sirva para hacer de la familia "un verdadero nido de amor, y una casa que acoja la vida y sea escuela de virtudes y valores cristianos para los hijos"."Ante los desafíos sociales, económicos culturales y religiosos que la sociedad contemporánea tiene que afrontar en todas las partes del mundo, vuestra obra es providencial", añadió.
Para el Papa, "el secreto es vivir el Evangelio en un época en la que la familia vive a menudo situaciones complejas y difíciles".

jueves, 1 de noviembre de 2007

"Ser santo es tarea de todo cristiano, de todo hombre", dice Benedicto XVI

VATICANO, 01 Nov. 07 (ACI).
-Este medio día el Papa Benedicto XVI rezó el Ángelus Dominical desde la ventana de su Palacio Apostólico con ocasión de la Solemnidad de Todos los Santos, y destacó que la santidad es una tarea no solo de todos los cristianos si no de todos los hombres.Al recordar que en los inicios del Cristianismo "los miembros de la Iglesia eran llamados 'los santos'", el Santo Padre afirmó que "en efecto, el cristiano ya es santo, porque el Bautismo lo une a Jesús y a su misterio pascual, pero que al mismo tiempo debe llegar a serlo conformándose con Él más íntimamente"."A veces se piensa –dijo el Papa- que la santidad es una condición de privilegio reservada a unos pocos elegidos. En realidad, ¡ser santo es la tarea de todo cristiano, de todo hombre!"Explicando tal afirmación, Su Santidad citó la carta a los Efesios de San Pablo, retomando la frase en que afirma que "Dios desde siempre nos ha bendecido y nos ha escogido en Cristo 'para ser santos e inmaculados en su presencia en el amor'"."Todos los seres humanos están por lo tanto llamados a la santidad que, en última instancia, consiste en vivir como hijos de Dios, en la 'semejanza' con Él, según la cual han sido creados. Todos los seres humanos son hijos de Dios, y todos deben llegar a ser aquello que son, mediante el exigente camino de la libertad".Más adelante hizo notar como con "sabiduría, la Iglesia ha puesto en estrecha sucesión la fiesta de Todos los Santos y la Conmemoración de todos los fieles difuntos. A nuestra oración de alabanza a Dios y de veneración de los espíritus benditos, se une la oración de petición por cuantos nos han precedido en el pasaje de este mundo a la vida eterna".Finalmente el Pontífice recordó que "al centro de la asamblea de los Santos, resplandece la Virgen María, 'humilde y alta más que toda criatura'. Poniendo nuestra mano en la suya, nos sentimos animados a cminar con mayor fuerza por el camino de la santidad. A Ella confiamos nuestro compromiso contidiano y Le pedimos también uestros seres queridos difuntos, en la íntima esperanza de encontrarnos juntos algún día, en la comunión gloriosa de los Santos".

lunes, 24 de septiembre de 2007

Indispensable la coherencia de los cristianos también en la política

Indispensable la coherencia de los cristianos también en la política, advierte el PapaAl recibir a miembros de la Internacional Democrática de Centro y DemócrataCASTEL GANDOLFO, viernes, 21 septiembre 2007 (ZENIT.org).
- La coherencia de los cristianos es «indispensable también en la vida política» para servir «a la grande y noble causa del hombre y del bien común», hoy en jaque por distintos factores, advierte Benedicto XVI.Escucharon las palabras del Papa doscientos representantes, procedentes de numerosas naciones, que participan en el encuentro promovido en Roma por la Internacional Democrática de Centro y Demócrata Cristiana (IDC).En la audiencia, el Santo Padre apuntó valores «forjados o profundizados de manera decisiva por la tradición cristiana en Europa y en el mundo entero», consciente de que los políticos allí presentes comparten «no pocos de sus principios». «Por ejemplo la centralidad de la persona y del respeto de los derechos humanos, el compromiso por la paz y la promoción de la justicia para todos», «principios fundamentales que están relacionados entre sí», apuntó. Con todo, la actividad de estos políticos, «que se inspira en tales principios, se hace hoy más difícil todavía por el clima de profundos cambios que viven nuestras comunidades», reconoció el Papa. Por ejemplo, en el campo económico se «identifica el bien con el beneficio»; se dice que «la razón humana es incapaz de captar la verdad y, por lo tanto, de perseguir el bien que corresponde a la dignidad de la persona»; se considera legítima «la eliminación de la vida humana en su fase prenatal o en la terminal»; y es «preocupante» «la crisis de la familia, célula fundamental de la sociedad fundada en el matrimonio indisoluble de un hombre y de una mujer», alertó el Papa. Pero «la experiencia demuestra --recordó-- que cuando la verdad del hombre es ultrajada, cuando la familia se mina en sus fundamentos, la paz misma está amenazada, el derecho corre peligro de verse comprometido y, como consecuencia lógica, se va hacia injusticias y violencias». Benedicto XVI también reclamó, en cuanto a la libertad religiosa, su garantía no sólo jurídica, sino también en la práctica diaria. Y es que «la apertura a la trascendencia» es «garantía indispensable para la dignidad humana porque existen anhelos y exigencias del corazón de cada persona que sólo en Dios encuentran compresión y respuesta», subrayó.«¡No se puede por lo tanto excluir a Dios del horizonte del hombre y de la historia! --manifestó--. He aquí por qué hay que acoger el deseo común a todas las tradiciones auténticamente religiosas de mostrar públicamente la propia identidad, sin estar obligados a esconderla o mimetizarla». «El respeto de la religión contribuye, además, a desmentir el repetido reproche de haber olvidado a Dios, con el que algunas redes terroristas intentan justificar sus amenazas», observó, recalcando asimismo la necesidad de combatir este violento flagelo «siempre en el pleno respeto de las reglas morales y jurídicas». Trazado este panorama, el Papa alertó de que la coherencia de los cristianos es «indispensable también en la vida política, para que la “sal” del compromiso apostólico no pierda su “sabor”, y la “luz” de los ideales evangélicos no sea oscurecida en su acción cotidiana». Y alentó a los presentes, políticos de inspiración cristiana, «a proseguir en el esfuerzo de servir el bien común, actuando para que no se difundan ni se refuercen ideologías que pueden oscurecer o confundir las conciencias y transmitir una ilusoria visión de la verdad y del bien».

martes, 11 de septiembre de 2007

El Papa pide a las familias españolas que eduquen en los valores a sus hijos

CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 10 septiembre 2007 (ZENIT.org).
- Benedicto XVI ha pedido en un mensaje dirigido a familias españolas que eduquen a los hijos en la fe y en los valores.La exhortación del Papa resonó el 8 de septiembre en la Jornada Mariana de la Familia en Torreciudad, que presidió el prelado del Opus Dei, el obispo Javier Echevarría.El mensaje pontificio leído en el santuario oscense, fundado por san Josemaría Escrivá de Balaguer, afirma: «El Santo Padre les invita, en medio del hedonismo y el relativismo imperantes, a asumir el generoso e incondicional "si" de María a Dios, para cumplir el compromiso profético inherente a la familia como Iglesia doméstica con activa disponibilidad y generosa entrega, anunciando el evangelio de la vida, especialmente donde ésta es insidiosamente manipulada o dolorosamente despreciada». «Viviendo aquellos valores que son regalo de la gracia del sacramento del matrimonio infundida a los esposos, podrán contribuir a la constante regeneración de la misma sociedad cumpliendo la preciosa responsabilidad de educar en la fe y en aquellos valores y virtudes humanas y cristianas que contribuirán eficazmente al bien de los demás y al propio», añade la misiva enviada en nombre del Papa por el arzobispo Manuel Monteiro de Castro, nuncio apostólico en España.En la concelebración Eucarística de la Jornada, monseñor Echevarría animó a los padres a huir del pesimismo en la educación de los hijos. «Con cierta frecuencia se comenta que, en estos tiempos, corren aires difíciles para la educación de los hijos --reconoció e prelado del Opus Dei--. Con un acusado pesimismo, a veces se escucha que, incluso cuando los padres y hermanos procuran hacerlo bien, no es posible evitar que algún hijo se tuerza; o añaden que resulta casi una utopía que todos salgan adelante con vida recta». «No os desaniméis --exhortó--: con la gracia de Dios, siempre se puede alcanzar ese buen objetivo; hay muchos ejemplos de innumerables hogares que, con tesón y esfuerzo, con optimismo cristiano y humano, han logrado ese ambiente familiar que verdaderamente ha formado magníficamente a sus hijos". La Jornada se caracterizó por la participación de matrimonios jóvenes y muchos niños, quienes renovaron el compromiso de la familia como «santuario de la vida».

viernes, 7 de septiembre de 2007

Europa no debe negar sus raíces cristianas, recuerda el Papa ante diplomáticos

VIENA, 07 Sep. 07 (ACI).
-En un intenso discurso dirigido a los representantes del cuerpo diplomático presente en Austria, el Papa Benedicto XVI recordó que "Europa no debe negar sus raíces cristianas" ya que éstas han "modelado profundamente este continente".
En su alocución en alemán en el Palacio de Hofburg en Viena, el Santo Padre subrayó que Europa "será para todos un buen lugar para vivir solo si se construye sobre sólidas bases culturales y morales de valores comunes tomados de nuestra historia y tradiciones".
"Mariazell, el gran santuario de Austria, es también un lugar de encuentro para los diferentes pueblos de Europa. Es uno de esos lugares en donde los hombres y mujeres obtienen, y siguen haciéndolo 'fuerza de lo alto' para una vida correcta", prosiguió.
Tras reconocer que "Europa también ha experimentado y sufrido terriblemente inapropiados cursos de acción" como "restricciones ideológicas impuestas por la filosofía, la ciencia y también la fe, el abuso de la religión y la razón para propósitos imperialistas, la degradación del hombre como resultado del materialismo práctico y teórico; y finalmente la tolerancia e indiferencia sin referencia a valores permanente", el Papa hizo hincapié en que "Europa también ha estado marcada por una capacidad de autocrítica que le da un lugar distinguido en el vasto panorama de las culturas del mundo".
Tras destacar la necesidad de continuar el proceso de unificación en el continente, Benedicto XVI señaló que "para los países en Europa Central y Europa del Este en particular, participar en este proceso es un incentivo para la consolidación de la libertad, el estado constitucional y la democracia dentro de sus fronteras. Aquí debo recordar la contribución de mi predecesor, el Papa Juan Pablo II en este histórico proceso (la caída del comunismo). Austria también, como país-puente situado al centro del Oeste y el Este, ha contribuido mucho a esta unificación y además –no debemos olvidarlo– se ha beneficiado grandemente de ella".
"Dado lo único de su llamado, Europa también tiene una responsabilidad única en el mundo. Antes que nada, no debe rendirse ante sí misma. El continente que demográficamente está envejeciendo, no debe volverse viejo de espíritu. Además, Europa crecerá más segura de sí si acepta la responsabilidad en el mundo que corresponde a su singular tradición intelectual, sus extraordinarios recursos y su gran poder económico", continuó.
"La Unión Europea debe entonces asumir el rol de liderazgo para luchar contra la pobreza global y debe esforzarse por promover la paz", animó el Papa.
Tras resaltar que "otra parte de la herencia europea es la tradición del pensamiento que considera como esencial y sustancial la correspondencia entre fe, verdad y razón", el Pontífice remarcó que "mucho de lo que Austria es y posee, se lo debe a la fe cristiana y a sus efectos beneficiosos en las mujeres y hombres individualmente".
"La fe ha modelado profundamente el carácter de este país (Austria) y su gente. ¡Consecuentemente, debe ser una preocupación de todos asegurar que nunca llegue el día en que solo las piedras hablen del Cristianismo¡ Austria sin la vibrante fe cristiana no sería más Austria", manifestó el Papa Benedicto XVI.
"¡Sobre ustedes y toda la gente de Austria, especialmente los ancianos y los más débiles, así como en las jóvenes vidas que están a su lado, invoco la esperanza, la confianza y la alegría, así como la bendición de Dios!", concluyó el Santo Padre.

domingo, 19 de agosto de 2007

El Cristiano siempre encontrará oposición en su vida, advierte el Papa

VATICANO, 19 Ago. 07 (ACI).
-Miles de fieles y peregrinos se dirigieron a la residencia de verano del Santo Padre en Castelgandolfo para rezar el Ángelus Dominical con el Papa Benedicto XVI, quien recordó que la paz de Jesús nace de la lucha contra el mal.
Como el domingo pasado, el Santo Padre meditó sobre las palabras del Evangelio de hoy y destacó que "el Evangelio de Cristo es mensaje de paz por excelencia".
Reflexionando sobre las palabras de Jesús a sus discípulos: "¿Pensáis que he venido a traer la paz a la tierra? No, os lo aseguro, sino división", el Pontífice explicó que "la paz que Jesús ha venido a traer no es sinónimo de simple ausencia de conflictos. Al contrario, la paz de Jesús es fruto de una constante lucha contra el mal".
"La lucha que Jesús está decidido a sostener no es contra los hombres o poderes humanos, sino contra el enemigo de Dios y del hombre, Satanás. Quien quiere resistir a este enemigo permaneciendo fiel a Dios y al bien debe necesariamente enfrentar incomprensiones y a veces verdaderas y propias persecuciones", agregó el Papa.
Recordó así que "cuentos pretenden seguir a Jesús y comprometerse por la verdad deben saber que encontrarán oposición y se convertirán en signo de división entre las personas".
Asimismo habló del ser "instrumentos de paz" que "no es una paz inconsistente y aparente, sino real, perseguida con valor y tenacidad en el cotidiano esfuerzo por vencer el mal con el bien y pagando en primera persona el precio que esto implica".
A continuación el Papa rezó el Ángelus, saludó a los presentes en diversos idiomas e impartió su Bendición Apostólica.

miércoles, 15 de agosto de 2007

María permanece siempre cerca a nosotros dice el Papa

VATICANO, 15 Ago. 07 (ACI).-Miles de fieles y peregrinos se reunieron en la Plaza Central de Castelgandolfo para rezar el Ángelus con el Papa Benedicto XVI, quien en esta ocasión, en la Solemnidad de la Asunción de la Virgen María, recordó que María permanece siempre cerca de nosotros.
En sus palabras iniciales el Papa recordó que "la Asunción de la Beata Virgen María" es "una fiesta antigua que tiene su fundamento en la Sagrada Escritura" que "siempre presenta a la Virgen María en estrecha unión con su Hijo Divino y siempre solidaria con Él".
"Madre e Hijo –prosiguió el Pontífice- aparecen estrechamente asociados en la lucha contra el enemigo infernal hasta la plena victoria" y así como "la resurrección gloriosa de Cristo fue el signo definitivo de esta victoria, la glorificación de María en su cuerpo virginal constituye la confirmación final de su plena solidaridad con el Hijo tanto en la lucha como en la victoria".
Recordó también que en 1950 el Siervo de Dios Papa Pió XII declaró: "En tal modo la augusta Madre de Dios… obtuvo el ser preservada de la corrupción del sepulcro y, vencida la muerte, como su Hijo ya había hecho, el ser elevada en alma y cuerpo a la gloria del Cielo, donde resplandece cual Reina a la derecha de su Hijo, Rey inmortal por los siglos".
El Santo Padre hizo notar que "María no se ha alejado de nosotros, sino que permanece aún más cercana y su luz se proyecta sobre nuestra vida y sobre la historia de la entera humanidad".
"Todos necesitamos de su ayuda y de su consuelo para enfrentar las pruebas y los desafíos de cada día; tenemos la necesidad de sentirla como Madre y hermana en las situaciones concretas de nuestra existencia", concluyó el Papa.

martes, 14 de agosto de 2007

Próxima encíclica social abordará desafío de la justicia en el mundo globalizado

ROMA, 13 Ago. 07 (ACI).-La encíclica social que el Papa Benedicto XVI trabajó durante sus vacaciones en Lorenzago di Cadore en julio abordará el desafío del justo desarrollo de los pueblos en el marco de la globalización, señaló un vaticanista italiano.
Ignazio Ingrao, observador del Vaticano para la revista Panorama, citó esta semana fuentes del Vaticano señalando que la esperada encíclica social del Papa, la segunda de su pontificado, conmemorará los 40 años del histórico documento del Papa Pablo VI "Populorum Progressio" ("El Desarrollo de los Pueblos"), publicado en la Pascua de 1967.
Según Ingrao, el Pontífice abordará el tema de la justicia social y la ética en el marco de una economía globalizada, "donde incluso se denunciarán los paraísos fiscales donde se evaden impuestos como socialmente injustos".
La segunda encíclica del Papa Benedicto también abogará "por un mundo donde el comercio mundial y la economía estén reguladas de tal manera que impida mayor injusticia y discriminación", como consecuencia de la globalización.
Es previsible que la encíclica social, según observadores vaticanos, contenga importantes criterios éticos más que "recetas" para el manejo de la economía mundial.
Al respecto, señalan como emblemático el deseo del Papa Benedicto de conmemorar la "Populorum Progressio", un encíclica en la que Pablo VI argumentaba a favor del desarrollo de los países más pobres mediante la acción directa de los más ricos; pero al mismo tiempo describía así las estructuras de más alto grado de desarrollo humano: "El reconocimiento, por parte del hombre, de los valores supremos, y de Dios, que de ellos es la fuente y el fin. Más humanas, por fin y especialmente: la fe, don de Dios acogido por la buena voluntad de los hombres, y la unidad de la caridad de Cristo, que nos llama a todos a participar, como hijos, en la vida de Dios vivo, Padre de todos los hombres".

lunes, 2 de julio de 2007

El Papa pide a laicos ser valientes ejemplos de fe en todos los ámbitos de la vida pública

VATICANO, 30 Jun. 07 (ACI ).
-Esta mañana el Papa Benedicto XVI recibió a los obispos de la Conferencia Episcopal de Puerto Rico y en su discurso los alentó a la unión para dar testimonio y alentar a los laicos a ordenar las realidades temporales según la voluntad de Dios."Los fieles católicos, que están llamados a ocuparse de las realidades temporales para ordenarlas según la voluntad divina, han de ser testigos valientes de su fe en los diferentes ámbitos de la vida pública", dijo el Santo Padre a los obispos que se encuentran en Roma con ocasión de su visita "Ad Limina Apostolorum".El Papa los invitó a permanecer "unidos para hacer más palpable la presencia del Señor entre los hombres a través de iniciativas pastorales conjuntas y que respondan mejor a las nuevas realidades" frente a los cambios "en el ámbito social, económico y también religioso" que han dado lugar "a la indiferencia religiosa y a un cierto relativismo moral, que influyen en la práctica cristiana y que, indirectamente, afecta también a las estructuras de la misma sociedad"."En la propia diócesis estáis llamados a vivir y dar testimonio de la unidad querida por Cristo para su Iglesia. Por otra parte, las eventuales diferencias de costumbres y tradiciones locales, lejos de amenazar esta unidad, contribuyen a enriquecerla desde la fe común", agregó el Pontífice.El Santo Padre destacó también la importancia de la formación de los sacerdotes, pues estos "están en la primera línea de la evangelización y necesitan de manera especial vuestro cuidado y cercanía personal" en una relación que "no ha de ser sólo institucional, sino que, como verdaderos hijos, amigos y hermanos vuestros, debe estar animada sobre todo por la caridad".Asimismo recordó que los sacerdotes "deben recordar que, ante todo, son hombres de Dios y, por eso, han de cuidar su vida espiritual y su formación permanente. Toda su labor ministerial 'debe comenzar efectivamente con la oración', como dice san Alberto Magno"."Respecto a la formación de los candidatos al sacerdocio, el Obispo ha de poner suma atención en elegir a los educadores más idóneos y mejor preparados para esta misión" agregó el Papa.También citó los problemas del "laicismo que lleva gradualmente al desprecio o a la ignorancia de lo sacro, relegando la fe a la esfera de lo meramente privado", y de "la familia, que se ve asediada por tantas insidias del mundo moderno, como son el materialismo imperante, la búsqueda del placer inmediato, la falta de estabilidad y de fidelidad en la pareja, influenciada continuamente por los medios de comunicación".Finalmente, el Pontífice acentuó la importancia de la formación en la fe, en particular en la juventud que "desde el inicio de su proceso formative" debe "ser educada en la fe y en las sanas costumbres. Por eso la educación integral de los más jóvenes no puede prescindir de la enseñanza religiosa también en la escuela. Una sólida formación religiosa será, pues, una protección eficaz ante el avance de las sectas o de otros grupos religiosos de amplia difusión actual".

miércoles, 13 de junio de 2007

Responder al relativismo con una sólida formación

VATICANO, 11 Jun. 07 (ACI).
-Al inaugurar el lunes por la noche en la Basílica de san Juan de Letrán el Congreso de la Diócesis de Roma titulado "Jesús es el Señor. Educar en la fe, el discipulado y el testimonio", el Papa Benedicto XVI urgió a responder al creciente relativismo con una sólida formación en la fe y los valores.
El Pontífice fue recibido por el Vicario para la Ciudad de Roma, el Cardenal Camillo Ruini, quien preside el Congreso que se llevará a cabo hasta el 14 de junio.
Durante su vibrante discurso, el Pontífice denunció la existencia de una "emergencia educativa" que se ha hecho "inevitable en una sociedad y una cultura que hacen del relativismo su propio credo".
El Pontífice advirtió que "la sana laicidad de la escuela, como de las demás instituciones del estado, no implica una cerrazón a la trascendencia ni una falsa neutralidad respecto de aquellos valores morales que se encuentran en la base de una autentica formación de la persona".
"Cada obra educativa parece ser cada vez más ardua y precaria", porque cada vez crece la dificultad para transmitir a los jóvenes "los valores-base de la existencia y de un recto comportamiento", agregó el Santo Padre, al señalar que esta dificultad debe involucrar "a la escuela, la familia y cualquier otro organismo que se plantee fines educativos".
El Papa señaló por ello que "la emergencia educativa es inevitable", porque "en una sociedad y una cultura que demasiado frecuentemente hacen del relativismo el propio credo termina faltando la luz de la verdad y se termina por dudar de la bondad de la vida y de la validez de la relaciones y los compromisos que la constituyen".
De esa forma, advirtió el Pontífice, "el relativismo se convierte en un dogma", que hace imposible "transmitir de generación en generación algo válido"; y así la educación "tiende a reducirse a la transmisión de determinadas habilidades, o capacidades de hacer, mientras se busca apagar el deseo de felicidad de las nuevas generaciones, colmándolas de objetos de consumo y de gratificaciones efímeras".
Ante ello, denunció el Santo Padre, padres y profesores "se sienten tentados de abdicar a sus propias tareas educativas y de no comprender siquiera cuál es su propio papel o la misión confiada a ellos".
Benedicto XVI observó que, tanto de parte de los "padres preocupados y frecuentemente angustiados por el futuro de sus hijos", como de parte de los profesores y la sociedad en su conjunto "crece la exigencia de una educación autentica y el redescubrimiento de educadores que sean verdaderamente tales".
Y por esto, añadió el Santo Padre, la Iglesia, educando en la fe y los valores, hace una contribución "para sacar a la sociedad en la que vivimos de la crisis educativa que la aflige, poniendo un freno a la desconfianza y a aquel extraño odio de sí que parece haberse convertido en una característica de nuestra civilización".
Los medios de comunicación y la educación
El Papa advirtió además que los grandes medios de comunicación "se inspiran en una mentalidad y cultura caracterizadas por el relativismo, el consumismo y una falsa y destructiva exaltación, o mejor profanación, del cuerpo y de la sexualidad".
De esta manera, los mensajes "emitidos por los grandes medios de comunicación", siguió el Pontífice, "influyen en la educación y la formación de la persona, hoy más que en el pasado".
Come creyentes, observó hacia el final de su discurso, "no podemos desinteresarnos de la compleja orientación de la sociedad a la que pertenecemos, de las tendencias que la animan y de los influjos positivos o negativos que ella ejerce sobre la formación de las nuevas generaciones".
Finalmente, respecto de los jóvenes, el Santo Padre subrayó la importancia del compromiso "educativo y cultural de la comunidad de creyentes como un servicio inestimable hacia el bien común y especialmente hacia los muchachos y jóvenes que se están formando y preparando para la vida".

domingo, 10 de junio de 2007

Benedicto XVI hace un llamado a la liberación de cuantos se encuentran secuestrados

VATICANO, 10 Jun. 07 / 05:47 am (ACI).-
Terminado el rezo del Ángelus Dominical, el Papa Benedicto XVI hizo un llamado a cuantos tienen en su poder personas secuestradas para que restituyan a sus seres queridos aquellos a quienes tienen prisioneros.
“Hago un doloroso llamado a los autores de tales actos execrables para que tomen conciencia del mal realizado y restituyan al afecto de sus seres queridos a cuantos tienen prisioneros”, dijo el Papa al referirse a los secuestros de personas.
El Pontífice afirmó que “lamentablemente le llegan con frecuencia pedidos de oración por personas que se encuentran secuestradas, también sacerdotes católicos, por diversos motivos y en varias partes del mundo”.
“Llevo a todos en el corazón y a todos los tengo presentes en mis oraciones –continuó el Papa-, y pienso, entre otros casos, a aquel doloroso secuestro en Colombia”.
También encomendó a las víctimas a “a la maternal protección de María Santísima, Madre de todos los hombres”.

jueves, 31 de mayo de 2007

La no violencia, regla de vida del cristiano

CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 30 mayo 2007 (ZENIT.org).-
Benedicto XVI propuso este miércoles la «no violencia» como regla de vida para el cristiano, manifestación del triunfo del Espíritu.Llegó a esta conclusión en la audiencia general en la que presentó la figura de Tertuliano, literato, filósofo, teólogo y apologista, nacido en Cartago, actual Túnez, a mediados del siglo II.En su meditación, ofrecida a 32 mil peregrinos congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano, el Papa hizo actual el pensamiento del primer literato cristiano de la historia en latín, que se había convertido a causa del testimonio de los mártires de las persecuciones romanas.Su obra, recordó el Papa, «explica y defiende las enseñanzas y las costumbres de los cristianos; presenta las diferencias entre la nueva religión y las principales corrientes filosóficas de la época; manifiesta el triunfo del Espíritu, que opone a la violencia de los perseguidores la sangre, el sufrimiento y la paciencia de los mártires».«Por más que sea refinada, vuestra crueldad no sirve de nada: es más, para nuestra comunidad constituye una invitación», escribía el autor africano. «Después de cada uno de vuestros golpes de hacha, nos hacemos más numerosos: ¡la sangre de los cristianos es semilla eficaz!», añadía con una frase que pasaría a la historia. «Al final --constató el Papa--, vencen el martirio y el sufrimiento y son más eficaces que la crueldad y la violencia de los regímenes totalitarios».«El cristiano no puede odiar ni siquiera a sus propios enemigos», decía Tertuliano. Con esta frase, el Obispo de Roma volvió a presentar la «consecuencia moral ineludible de la opción de fe que propone la «no violencia» como regla de vida»«Y no es posible dejar de ver la dramática actualidad de esta enseñanza, a la luz del encendido debate sobre las religiones», añadió el pontífice.El Santo Padre recordó que, a causa de su rigorismo, Tertuliano se fue separando paulatinamente de la comunión de la Iglesia hasta pasar a formar parte de la secta del montanismo. Pretendía de los cristianos «en toda circunstancia, y sobre todo en las persecuciones, un comportamiento heroico». «Rígido en sus posiciones, no ahorraba duras críticas y acabó inevitablemente aislándose». «Esta gran personalidad moral e intelectual, este hombre que ha dado una contribución tan grande al pensamiento cristiano, me hace reflexionar mucho», confesó el Papa. «Se ve que al final le falta la sencillez, la humildad para integrarse en la Iglesia, para aceptar sus debilidades, para ser tolerante con los demás y consigo mismo», reconoció.«La característica esencial de un gran teólogo es la humildad para estar con la Iglesia, para aceptar sus propias debilidades, pues sólo Dios es totalmente santo. Nosotros, sin embargo, siempre tenemos necesidad de perdón», concluyó.Con esta meditación, Benedicto XVI continuó con la serie de intervenciones sobre las grandes personalidades de la Iglesia antigua, que había interrumpido a causa de su viaje apostólico en Brasil.

miércoles, 30 de mayo de 2007

De la Carta de Benedicto XVI: Los tres desafíos del mundo globalizado

...El primer desafío atañe al medio ambiente y a un desarrollo sostenible. La comunidad internacional reconoce que los recursos del mundo son limitados y que todo pueblo tiene el deber de poner en práctica políticas encaminadas a la protección del medio ambiente, con el fin de prevenir la destrucción del patrimonio natural cuyos frutos son necesarios para el bienestar de la humanidad.....
...segundo desafío, que implica nuestro concepto de persona humana y, en consecuencia, nuestras relaciones recíprocas. Si a los seres humanos no se les ve como personas, varones y mujeres, creados a imagen de Dios (cf. Gn 1, 26), dotados de una dignidad inviolable, será muy difícil lograr una plena justicia en el mundo. A pesar del reconocimiento de los derechos de la persona en declaraciones internacionales y en instrumentos legales, es necesario progresar mucho para que ese reconocimiento tenga consecuencias sobre los problemas globales, como los siguientes: la brecha cada vez mayor entre países ricos y países pobres; la desigual distribución y asignación de los recursos naturales y de la riqueza producida por la actividad humana; la tragedia del hambre, de la sed y de la pobreza en un planeta donde hay abundancia de alimento, de agua y de prosperidad; los sufrimientos humanos de los refugiados y de los prófugos; las continuas hostilidades en muchas partes del mundo; la falta de una protección legal suficiente para los niños por nacer; la explotación de los niños; el tráfico internacional de seres humanos, armas y drogas; y otras muchas injusticias graves....
...El tercer desafío concierne a los valores del espíritu. Urgidos por preocupaciones económicas, tendemos a olvidar que, al contrario de los bienes materiales, los bienes espirituales, que son típicos del hombre, se extienden y se multiplican cuando se comunican. A diferencia de los bienes divisibles, los bienes espirituales, como el conocimiento y la educación, son indivisibles, y cuanto más se comparten, más se poseen.
...Para afrontar estos desafíos sólo el amor al prójimo puede inspirar en nosotros la justicia al servicio de la vida y de la promoción de la dignidad humana. Sólo el amor dentro de la familia, fundada en un hombre y una mujer, creados a imagen de Dios, puede asegurar la solidaridad inter-generacional que transmite amor y justicia a las generaciones futuras. Sólo la caridad puede estimularnos a poner una vez más a la persona humana en el centro de la vida de la sociedad y en el centro de un mundo globalizado, gobernado por la justicia.

domingo, 27 de mayo de 2007

La Iglesia es una, santa, católica, apostólica… y misionera

«Habla todos los idiomas» y «sale al encuentro de todas las culturas»
CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 27 mayo 2007 (ZENIT.org).- La Iglesia es una, santa, católica, apostólica… y misionera, ha explicado Benedicto XVI en el domingo de Pentecostés.La Iglesia «habla todos los idiomas» y «sale al encuentro de todas las culturas», subrayó antes de rezar la oración mariana del «Regina Caeli», hablando desde la ventana de su estudio.En su intervención ante miles de fieles reunidos en la plaza de San Pedro, el Papa consideró que «la Iglesia tuvo su inicio solemne con la venida del Espíritu Santo». En aquel acontecimiento, cincuenta días después de la resurrección de Jesús, el Papa individuó «las características esenciales de la Iglesia»: una, santa, católica y apostólica.El obispo de Roma añadió a estas características, otra: «la Iglesia, por su misma naturaleza, es misionera, y desde el día de Pentecostés el Espíritu Santo no deja de incitarla a echarse a los caminos del mundo, hasta los últimos confines de la tierra y hasta el final de los tiempos». El sucesor del apóstol Pedo ve un símbolo del carácter misionero de la Iglesia «en la entrega del Evangelio de los judíos a los paganos, de Jerusalén a Roma». «Roma hace referencia al mundo de los paganos y, de este modo, a todos los pueblos que están fuera del antiguo pueblo de Dios», aclaró. «En efecto, los Hechos de los Apóstoles concluyen con la llegada del Evangelio a Roma». «Se puede decir entonces que Roma es el nombre concreto del carácter católico y misionero, expresa la fidelidad a los orígenes, a la Iglesia de todos los tiempos, a una Iglesia que habla todos los idiomas y que sale al encuentro de todas las culturas», aseguró.Benedicto XVI concluyó su intervención pidiendo la oración de los fieles «para que el Espíritu Santo descienda en abundancia sobre la Iglesia de nuestro tiempo, llene los corazones de todos los fieles y encienda en ellos --en nosotros-- el fuego de su amor».

sábado, 26 de mayo de 2007

Palabras de despedida de Benedicto XVI de Brasil

Lunes 14 de mayo de 2007
Señor vicepresidente
Al dejar esta tierra bendita de Brasil, se eleva en mi alma un himno de acción de gracias al Altísimo, que me permitió vivir aquí horas intensas e inolvidables, con la mirada dirigida a la Señora Aparecida que, desde su Santuario, presidió el inicio de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe. En mi memoria quedarán para siempre grabadas las manifestaciones de entusiasmo y de profunda piedad de este pueblo generoso de la Tierra de la Santa Cruz que, junto a la multitud de peregrinos provenientes de este Continente de la esperanza, supo dar una poderosa demostración de fe en Cristo y de amor por el Sucesor de Pedro. Pido a Dios que ayude a los responsables, sea en el ámbito religioso o en el civil a imprimir un paso decidido a aquellas iniciativas, que todos esperan, para el bien común de la gran Familia Latinoamericana. Mi saludo final, colmado de gratitud, va para el Señor Presidente de la República, para el Gobierno de esta Nación y del Estado de Sao Paulo, y para las demás autoridades brasileñas que tantas pruebas de delicadeza me quisieron dispensar en estos días. Estoy también agradecido a las autoridades consulares, cuya diligente actuación facilitó sobremanera la participación de las propias Naciones en estos días de reflexión, oración y compromiso por el bien común de los participantes en este gran evento. Un particular pensamiento de estima fraterna lo dirijo, con profundo reconocimiento, a los Señores Cardenales, a mis hermanos en el episcopado, a los sacerdotes y diáconos, religiosos y religiosas, a los organizadores de la Conferencia. Todos aportaron para hacer brillar estas jornadas, dejando a cuántos en ellas participaron llenos de alegría y de esperanza -¡«gaudium et spes»!- en la familia cristiana y en su misión en medio a la sociedad. Tened la certeza de que os llevo a todos en mi corazón, de donde brota la Bendición que os concedo y que hago extensiva a todos los Pueblos de América Latina y del Mundo.
¡Muchas gracias!

jueves, 17 de mayo de 2007

Del Mensaje del Papa a los jóvenes en el Estadio de Pacaembu


"Mi pedido hoy, a vosotros jóvenes, que vinisteis a este encuentro, es que no desaprovechéis vuestra juventud. No intentéis huir de ella. Vividla intensamente, consagradla a los elevados ideales de la fe y de la solidaridad humana. Vosotros, jóvenes, no sois apenas el porvenir de la Iglesia y de la humanidad, como una especie de fuga del presente, por el contrario: sois el presente joven de la Iglesia y de la humanidad. Sois su rostro joven. La Iglesia necesita de vosotros, como jóvenes, para manifestar al mundo el rostro de Jesucristo, que se dibuja en la comunidad cristiana. Sin el rostro joven la Iglesia se presentaría desfigurada"

miércoles, 2 de mayo de 2007


"Ubi Petrus, ibi Ecclesia”