martes, 11 de septiembre de 2007

El Papa pide a las familias españolas que eduquen en los valores a sus hijos

CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 10 septiembre 2007 (ZENIT.org).
- Benedicto XVI ha pedido en un mensaje dirigido a familias españolas que eduquen a los hijos en la fe y en los valores.La exhortación del Papa resonó el 8 de septiembre en la Jornada Mariana de la Familia en Torreciudad, que presidió el prelado del Opus Dei, el obispo Javier Echevarría.El mensaje pontificio leído en el santuario oscense, fundado por san Josemaría Escrivá de Balaguer, afirma: «El Santo Padre les invita, en medio del hedonismo y el relativismo imperantes, a asumir el generoso e incondicional "si" de María a Dios, para cumplir el compromiso profético inherente a la familia como Iglesia doméstica con activa disponibilidad y generosa entrega, anunciando el evangelio de la vida, especialmente donde ésta es insidiosamente manipulada o dolorosamente despreciada». «Viviendo aquellos valores que son regalo de la gracia del sacramento del matrimonio infundida a los esposos, podrán contribuir a la constante regeneración de la misma sociedad cumpliendo la preciosa responsabilidad de educar en la fe y en aquellos valores y virtudes humanas y cristianas que contribuirán eficazmente al bien de los demás y al propio», añade la misiva enviada en nombre del Papa por el arzobispo Manuel Monteiro de Castro, nuncio apostólico en España.En la concelebración Eucarística de la Jornada, monseñor Echevarría animó a los padres a huir del pesimismo en la educación de los hijos. «Con cierta frecuencia se comenta que, en estos tiempos, corren aires difíciles para la educación de los hijos --reconoció e prelado del Opus Dei--. Con un acusado pesimismo, a veces se escucha que, incluso cuando los padres y hermanos procuran hacerlo bien, no es posible evitar que algún hijo se tuerza; o añaden que resulta casi una utopía que todos salgan adelante con vida recta». «No os desaniméis --exhortó--: con la gracia de Dios, siempre se puede alcanzar ese buen objetivo; hay muchos ejemplos de innumerables hogares que, con tesón y esfuerzo, con optimismo cristiano y humano, han logrado ese ambiente familiar que verdaderamente ha formado magníficamente a sus hijos". La Jornada se caracterizó por la participación de matrimonios jóvenes y muchos niños, quienes renovaron el compromiso de la familia como «santuario de la vida».