lunes, 24 de septiembre de 2007

Indispensable la coherencia de los cristianos también en la política

Indispensable la coherencia de los cristianos también en la política, advierte el PapaAl recibir a miembros de la Internacional Democrática de Centro y DemócrataCASTEL GANDOLFO, viernes, 21 septiembre 2007 (ZENIT.org).
- La coherencia de los cristianos es «indispensable también en la vida política» para servir «a la grande y noble causa del hombre y del bien común», hoy en jaque por distintos factores, advierte Benedicto XVI.Escucharon las palabras del Papa doscientos representantes, procedentes de numerosas naciones, que participan en el encuentro promovido en Roma por la Internacional Democrática de Centro y Demócrata Cristiana (IDC).En la audiencia, el Santo Padre apuntó valores «forjados o profundizados de manera decisiva por la tradición cristiana en Europa y en el mundo entero», consciente de que los políticos allí presentes comparten «no pocos de sus principios». «Por ejemplo la centralidad de la persona y del respeto de los derechos humanos, el compromiso por la paz y la promoción de la justicia para todos», «principios fundamentales que están relacionados entre sí», apuntó. Con todo, la actividad de estos políticos, «que se inspira en tales principios, se hace hoy más difícil todavía por el clima de profundos cambios que viven nuestras comunidades», reconoció el Papa. Por ejemplo, en el campo económico se «identifica el bien con el beneficio»; se dice que «la razón humana es incapaz de captar la verdad y, por lo tanto, de perseguir el bien que corresponde a la dignidad de la persona»; se considera legítima «la eliminación de la vida humana en su fase prenatal o en la terminal»; y es «preocupante» «la crisis de la familia, célula fundamental de la sociedad fundada en el matrimonio indisoluble de un hombre y de una mujer», alertó el Papa. Pero «la experiencia demuestra --recordó-- que cuando la verdad del hombre es ultrajada, cuando la familia se mina en sus fundamentos, la paz misma está amenazada, el derecho corre peligro de verse comprometido y, como consecuencia lógica, se va hacia injusticias y violencias». Benedicto XVI también reclamó, en cuanto a la libertad religiosa, su garantía no sólo jurídica, sino también en la práctica diaria. Y es que «la apertura a la trascendencia» es «garantía indispensable para la dignidad humana porque existen anhelos y exigencias del corazón de cada persona que sólo en Dios encuentran compresión y respuesta», subrayó.«¡No se puede por lo tanto excluir a Dios del horizonte del hombre y de la historia! --manifestó--. He aquí por qué hay que acoger el deseo común a todas las tradiciones auténticamente religiosas de mostrar públicamente la propia identidad, sin estar obligados a esconderla o mimetizarla». «El respeto de la religión contribuye, además, a desmentir el repetido reproche de haber olvidado a Dios, con el que algunas redes terroristas intentan justificar sus amenazas», observó, recalcando asimismo la necesidad de combatir este violento flagelo «siempre en el pleno respeto de las reglas morales y jurídicas». Trazado este panorama, el Papa alertó de que la coherencia de los cristianos es «indispensable también en la vida política, para que la “sal” del compromiso apostólico no pierda su “sabor”, y la “luz” de los ideales evangélicos no sea oscurecida en su acción cotidiana». Y alentó a los presentes, políticos de inspiración cristiana, «a proseguir en el esfuerzo de servir el bien común, actuando para que no se difundan ni se refuercen ideologías que pueden oscurecer o confundir las conciencias y transmitir una ilusoria visión de la verdad y del bien».

martes, 11 de septiembre de 2007

El Papa pide a las familias españolas que eduquen en los valores a sus hijos

CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 10 septiembre 2007 (ZENIT.org).
- Benedicto XVI ha pedido en un mensaje dirigido a familias españolas que eduquen a los hijos en la fe y en los valores.La exhortación del Papa resonó el 8 de septiembre en la Jornada Mariana de la Familia en Torreciudad, que presidió el prelado del Opus Dei, el obispo Javier Echevarría.El mensaje pontificio leído en el santuario oscense, fundado por san Josemaría Escrivá de Balaguer, afirma: «El Santo Padre les invita, en medio del hedonismo y el relativismo imperantes, a asumir el generoso e incondicional "si" de María a Dios, para cumplir el compromiso profético inherente a la familia como Iglesia doméstica con activa disponibilidad y generosa entrega, anunciando el evangelio de la vida, especialmente donde ésta es insidiosamente manipulada o dolorosamente despreciada». «Viviendo aquellos valores que son regalo de la gracia del sacramento del matrimonio infundida a los esposos, podrán contribuir a la constante regeneración de la misma sociedad cumpliendo la preciosa responsabilidad de educar en la fe y en aquellos valores y virtudes humanas y cristianas que contribuirán eficazmente al bien de los demás y al propio», añade la misiva enviada en nombre del Papa por el arzobispo Manuel Monteiro de Castro, nuncio apostólico en España.En la concelebración Eucarística de la Jornada, monseñor Echevarría animó a los padres a huir del pesimismo en la educación de los hijos. «Con cierta frecuencia se comenta que, en estos tiempos, corren aires difíciles para la educación de los hijos --reconoció e prelado del Opus Dei--. Con un acusado pesimismo, a veces se escucha que, incluso cuando los padres y hermanos procuran hacerlo bien, no es posible evitar que algún hijo se tuerza; o añaden que resulta casi una utopía que todos salgan adelante con vida recta». «No os desaniméis --exhortó--: con la gracia de Dios, siempre se puede alcanzar ese buen objetivo; hay muchos ejemplos de innumerables hogares que, con tesón y esfuerzo, con optimismo cristiano y humano, han logrado ese ambiente familiar que verdaderamente ha formado magníficamente a sus hijos". La Jornada se caracterizó por la participación de matrimonios jóvenes y muchos niños, quienes renovaron el compromiso de la familia como «santuario de la vida».

viernes, 7 de septiembre de 2007

Europa no debe negar sus raíces cristianas, recuerda el Papa ante diplomáticos

VIENA, 07 Sep. 07 (ACI).
-En un intenso discurso dirigido a los representantes del cuerpo diplomático presente en Austria, el Papa Benedicto XVI recordó que "Europa no debe negar sus raíces cristianas" ya que éstas han "modelado profundamente este continente".
En su alocución en alemán en el Palacio de Hofburg en Viena, el Santo Padre subrayó que Europa "será para todos un buen lugar para vivir solo si se construye sobre sólidas bases culturales y morales de valores comunes tomados de nuestra historia y tradiciones".
"Mariazell, el gran santuario de Austria, es también un lugar de encuentro para los diferentes pueblos de Europa. Es uno de esos lugares en donde los hombres y mujeres obtienen, y siguen haciéndolo 'fuerza de lo alto' para una vida correcta", prosiguió.
Tras reconocer que "Europa también ha experimentado y sufrido terriblemente inapropiados cursos de acción" como "restricciones ideológicas impuestas por la filosofía, la ciencia y también la fe, el abuso de la religión y la razón para propósitos imperialistas, la degradación del hombre como resultado del materialismo práctico y teórico; y finalmente la tolerancia e indiferencia sin referencia a valores permanente", el Papa hizo hincapié en que "Europa también ha estado marcada por una capacidad de autocrítica que le da un lugar distinguido en el vasto panorama de las culturas del mundo".
Tras destacar la necesidad de continuar el proceso de unificación en el continente, Benedicto XVI señaló que "para los países en Europa Central y Europa del Este en particular, participar en este proceso es un incentivo para la consolidación de la libertad, el estado constitucional y la democracia dentro de sus fronteras. Aquí debo recordar la contribución de mi predecesor, el Papa Juan Pablo II en este histórico proceso (la caída del comunismo). Austria también, como país-puente situado al centro del Oeste y el Este, ha contribuido mucho a esta unificación y además –no debemos olvidarlo– se ha beneficiado grandemente de ella".
"Dado lo único de su llamado, Europa también tiene una responsabilidad única en el mundo. Antes que nada, no debe rendirse ante sí misma. El continente que demográficamente está envejeciendo, no debe volverse viejo de espíritu. Además, Europa crecerá más segura de sí si acepta la responsabilidad en el mundo que corresponde a su singular tradición intelectual, sus extraordinarios recursos y su gran poder económico", continuó.
"La Unión Europea debe entonces asumir el rol de liderazgo para luchar contra la pobreza global y debe esforzarse por promover la paz", animó el Papa.
Tras resaltar que "otra parte de la herencia europea es la tradición del pensamiento que considera como esencial y sustancial la correspondencia entre fe, verdad y razón", el Pontífice remarcó que "mucho de lo que Austria es y posee, se lo debe a la fe cristiana y a sus efectos beneficiosos en las mujeres y hombres individualmente".
"La fe ha modelado profundamente el carácter de este país (Austria) y su gente. ¡Consecuentemente, debe ser una preocupación de todos asegurar que nunca llegue el día en que solo las piedras hablen del Cristianismo¡ Austria sin la vibrante fe cristiana no sería más Austria", manifestó el Papa Benedicto XVI.
"¡Sobre ustedes y toda la gente de Austria, especialmente los ancianos y los más débiles, así como en las jóvenes vidas que están a su lado, invoco la esperanza, la confianza y la alegría, así como la bendición de Dios!", concluyó el Santo Padre.